Cuando Miguel Layún llegó a Watford a mitad de temporada, la apuesta tanto del club como del jugador fue clara: subir al equipo a la Premier League. El defensor mexicano no desentonó y jugó 17 partidos, convirtiéndose en un habitual del equipo de Slavisa Jokanovic. Cinco meses después, el objetivo está cumplido. El Watford consiguió el ascenso y la próxima temporada lo veremos codearse con la crema y neta del balompié británico. Pero, ¿dónde se encuentra esta ciudad? ¿qué la distingue? ¿cómo es?

Watford está situada a solamente 34 kilómetros de Londres, dentro del condado de Hertfordshire, y su población apenas supera los 80,000 habitantes. Los primeros registros de la ciudad datan del año 1007, por lo cual tiene una historia milenaria que a través de los años se ha ido enriqueciendo con sucesos relevantes. Algunos de ellos incluso, han cambiado la fisonomía de la ciudad. De ser meramente agrícola durante varios siglos, pasó a ser parte importante de la Revolución Industrial debido a su cercanía con Londres.

A pesar de que varias fábricas se fueron asentando en la ciudad, todavía conserva grandes y largas praderas, entre las que destaca el parque Cassiobury, un área verde de casi un kilómetro de extensión, que anteriormente era una propiedad privada. Este parque ganó el premio Green Flag, que reconoce a las mejores áreas verdes en el país.

En el tema cultural, destaca el Coliseo de Watford, construido en 1938 y sede de importantes eventos musicales y artísticos de primer nivel. Allí se han presentado artistas de la talla de Robbie Williams, The Who y Oasis, así como grandes cantantes de opera. Debido a la extraordinaria acústica que tiene el lugar, en él se han grabado soundtracks de películas tan importantes como el Señor de los Anillos, la Guerra de las Galaxias y la Leyenda del jinete sin cabeza.

La música está íntimamente ligada a este club. Tan íntimamente que Sir Elton John, aficionado desde niño al Watford, es uno de sus accionistas. En 1976 adquirió al equipo y bajo su dirección logró el subcampeonato de liga en 1983 y alcanzó la final de la FA Cup en 1984, todo un logro para un equipo modesto de un pequeño condado. John vendió sus acciones en 1987 a Jack Petchey, pero diez años después el cantante volvió a adquirir al club de sus amores, ese club que hoy está de regreso en la máxima categoría del fútbol inglés.