El antilíder

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Por Adrián Ojeda

Es difícil saber qué es lo que ha sucedido realmente con el Guadalajara en los años recientes. Es un equipo que lo tiene todo: una historia enorme, una fiel afición, un estadio moderno y precioso, talento en fuerzas básicas y dinero, mucho dinero, proveniente de contratos millonarios por derechos de televisión y patrocinadores.

¿Por qué entonces las Chivas no funcionan? ¿Por qué Carlos Peña era un jugador en León y otro en Guadalajara? ¿Y por qué lo mismo pasa ahora con los Brizuela, Bravo y Pineda y antes con los De Nigris, Sabah o Márquez Lugo? El mejor rendimiento vino con José Manuel De la Torre. Esa fue la mejor decisión que le vi tomar a Vergara en los últimos años, cuando recontrató al último técnico que los hizo campeones. Y la peor, cuando lo dejó ir.

Con el Chepo, las Chivas estaban jugando una semifinal hace apenas ocho meses. Algo que sonaría normal para los estándares de un club con ese palmarés, pero que fue todo un logro considerando el vergonzoso pasado reciente. Un mal inicio de torneo, que cualquiera puede tener, fue el pretexto perfecto para echarlo, olvidando que apenas en el torneo previo había hecho lo que ninguno de sus predecesores desde que el Güero Real (a quien por cierto también cesaron de su cargo en su momento para enviarlo a fuerzas básicas) los llevara hasta la mismísima final de la Copa Libertadores en 2010.

Cuando pienso en por qué está tan mal el Guadalajara, me viene a la memoria un episodio singular. Pocos días después de que la directiva chiva anunciara la contratación del Gullit Peña, convivía yo con el habitual tráfico chilango mientras sintonizaba un programa deportivo por la radio. Circulaba por Circuito Interior cuando escuché algo que me dejó absorto: el Director de Grupo Chivas-Omnilife, José Luis Higuera, dijo al aire que no sabía cuántos torneos se contabilizan para el cálculo de la tabla de porcentajes. Dicen también que es americanista. Esto puede sintetizar la crisis del equipo tapatío. ¿No habrá en todo el país un hombre con un CV similar al de Higuera, pero que sepa por lo menos cosas básicas de fútbol?

Algunos momentos de lucidez ha tenido el dueño del Rebaño al contratar a jugadores con renombre, pero esto ha sido esporádico y aunque ciertamente en el plantel actual recalan dos o tres figuras, la historia del club exige un plantel repleto de estrellas. Lejanísimos parecen los tiempos de las SuperChivas de Salvador Martínez Garza y ni qué decir del Campeonísimo. Literalmente estamos hablando de otro siglo y, desafortunadamente para sus millones de seguidores, de otro equipo. Pero muchas más han sido sus decisiones polémicas e impulsivas que las sensatas, y esto lo está convirtiendo en el modelo de anti-líder dentro de su empresa, que resulta ser algo mucho más complejo que un negocio donde solo mandan los números. Resulta ser el equipo más popular del país.

Desde los rasgos dictatoriales, tiránicos y arbitrarios hasta la falta de autocrítica (Vergara nunca se equivoca), la incongruencia, la inflexibilidad, el sarcasmo y la ironía (cuántas veces lo hemos escuchado decir que Chivas va a ser el mejor equipo del mundo), un áurea de omnipotencia, la falta de trabajo a largo plazo (ha corrido a medio mundo), el antagonismo, las explosiones emocionales, el divisionismo interno y el buscar su propio beneficio en detrimento del resto del equipo. Esas son las características de un anti-líder. Ustedes juzguen.

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