5 matices de la final

Pumas y Tigres han llegado a la disputa por el título con todo merecimiento. Los capitalinos han hecho valer su gran temporada regular y los norteños han sido el mejor equipo en la liguilla. Pero mientras que en la cancha todo lo deciden 22 jugadores, ¿qué otros aspectos hay fuera del campo? ¿qué pasa con los millones que la seguiremos y el entorno que la rodea? Aquí cinco matices que envuelven a este apasionante duelo de felinos:

  1. Final a la europea. No es común que el futbol mexicano tenga repercusión en Europa. En una liga en la que históricamente han predominado los jugadores sudamericanos, en el verano pasado llegó un futbolista francés, subcampeón de goleo, ídolo de la afición marsellesa y seleccionado galo. El fichaje estelar que hicieron los Tigres ha puesto a la Liga MX en el mapa internacional y ha vuelto a despertar el interés europeo por nuestro futbol.

Como en 1996, cuando Necaxa y Celaya jugaron una final que fue seguida en directo por millones de espectadores en España gracias a la presencia de Emilio Butragueño, recién llegado a México tras una época gloriosa en el Real Madrid, ahora, casi 20 años después, este fenómeno se ha vuelto a repetir en Francia, en la persona de André-Pierre Gignac. En la trascendencia internacional gana Tigres.

  1. Las redes (y no de la portería). La afición también juega su partido en las redes sociales. Pumas y Tigres son dos de los equipos más populares en este rubro y sus hinchas aprovechan cada partido (mucho más cuando se trata de una final) para ganar esta particular batalla, generando tendencias, haciendo convocatorias y dejando mensajes de apoyo. El equipo de la capital tiene 828k seguidores en Twitter y, al ser un equipo de arrastre nacional, supera los dos millones en Facebook, mientras que los felinos norteños cuentan con casi 700k en la red del pajarito azul, y suman millón y medio más en Facebook. ¿Y qué hay de Instagram? 104k contra 87k. Sí, adivinaste favor quién. En redes sociales gana Pumas.
  1. El regio vs el chilango. Son dos estilos de vida, dos idiosincrasias y, al final, dos formas diferentes de vivir el futbol. El regiomontano es incondicional, llena el estadio cuando su equipo juega como local y es capaz de viajar miles de kilómetros para apoyarlos fuera de casa. En Monterrey es todo futbol. El capitalino divide más su tiempo libre por la tremenda oferta de espectáculos que hay en el DF, pero es igualmente fiel a sus colores.

El futbol es, en muchas ocasiones, el pretexto perfecto para sacar a relucir la identidad de una región. Después de todo, dicen que el futbol es el reflejo de una sociedad y se convierte en el pretexto perfecto para recordarle a los rivales de la oficina o del colegio, quién es el campeón. Tip: si tu equipo va ganando, espera para comenzar a celebrar y recuerda que el último minuto también tiene 60 segundos. Si no, pregúntenle al Cruz Azul. En la pasión gana Tigres.

  1. Rivalidad universitaria. Los finalistas de la Liga MX representan a dos de los universidades más importantes del país. Los Pumas juegan bajo el lema “Por mi raza hablará el espíritu” de la máxima casa de estudios del país, la UNAM, mientras que los Tigres representan a la Universidad Autónoma de Nuevo León, institución educativa pública líder en su estado. En el terreno deportivo, ya en 1978 se habían enfrentado en una final, con victoria para los norteños. Y hace poco menos de un mes, la final de futbol americano de la ONEFA también la disputaron Tigres y Pumas, de manera que esta rivalidad deportiva trasciende más allá del futbol. La UANL es una grandiosa universidad también en lo académico, para la Universidad Nacional Autónoma de México es el referente a nivel nacional. En la vida universitaria gana Pumas.
  1. La estrella fuera del campo. Cada uno en su estilo, estos dos jugadores son la llave del gol para sus respectivos equipos. Eduardo Herrera, que ha ido incrementando su nivel de juego hasta convertirse en uno de los delanteros mexicanos más importantes, ha aparecido en más de una ocasión en la prensa rosa debido al romance que tuvo con la actriz y conductora Carolina Morán.

Por su parte, Gignac es todo un ídolo en Marsella y ahora en Monterrey. Apenas el 5 de Diciembre pasado, el goleador francés cumplió 30 años de edad y la afición se desbordó en felicitaciones hacia su ídolo, incluso muchas llegaron desde Marsella, la que fue su casa durante cinco temporadas. André también dejó un gran recuerdo en Francia por su constante labor altruista. En la vida de su estrella fuera del campo gana Tigres.

 

 

 

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