El 9 de Julio de 2006, Gianluigi Buffon y Andrea Pirlo, dos de los grandes futbolistas de todos los tiempos, se coronaron campeones del mundo con la selección italiana en el Estadio Olímpico de Berlín, en una dramática serie de penales ante la Francia de Zidane que ese día se retiró del futbol, mientras toda Italia celebraba su cuarto campeonato mundial.

El que fue designado por la IFFHS como mejor portero de los últimos 25 años ha sido compañero de mil batallas de quien es considerado por la afición mundial como el mediocampista más fino de nuestra era. Amigos desde que en 2002 coincidieron en la selección italiana comenzando una era de muchísimos éxitos, y rivales también durante más de una década cuando Pirlo era el comandante del Milan y Buffon ya defendía la valla de la Juventus. En 2011, volvieron a encontrarse en la Vecchia Signora y se convirtieron en los pilares del regreso a la elite del equipo de Turín.

Buffon todavía está en busca de su primera Liga de Campeones, uno de los pocos grandes trofeos que faltan en su palmarés. Ha sido multicampeón de Italia, ganó trofeos internacionales con el Parma y fue campeón mundial en esa mencionada final de Berlín. En la Champions League, llegó a la final en la temporada 2002/03 con la Juventus, y de hecho es el único sobreviviente de aquel equipo que cayó en Old Trafford ante el Milan… de Andrea Pirlo.

Pirlo lo ha ganado prácticamente todo en su carrera. Solamente le ha faltado una Eurocopa, que en 2012 estuvo a punto de conquistar junto con el inseparable Gigi, cayendo en la final ante España. Con su inminente marcha hacia la MLS, el Arquitecto tendrá una última oportunidad de ganar otro trofeo al lado de Buffon. El escenario es conocido e inmejorable. El destino quiso que fuera en Berlín la última batalla juntos de Pirlo y Buffon. Regresar al sitio en el que se consagraron campeones del mundo para buscar ahora consagrarse campeones de Europa.