Guillermo Ochoa podrá quejarse de no jugar mucho, pero de lo que no se puede quejar, es de vivir en un paraíso, en una ciudad genial, como la promociona el propio Ayuntamiento en su área de Turismo.

La historia de Málaga data de hace más de 3000 años, desde sus orígenes fenicios, la conquista romana, el dominio musulmán y la Reconquista en las dos últimas décadas del Siglo XV. En los dos centenarios posteriores, cuando el Barroco resplandecía, este bello puerto se convirtió en un importante centro mercantil. En la época de la ilustración y en el Siglo XIX, la ciudad andaluza estuvo marcada por sucesos negativos como las secuelas de la guerra contra Gran Bretaña y sobre todo, la Guerra de Independencia.

En la actualidad, Málaga es un importante destino turístico para miles de visitantes españoles y extranjeros, sobre todo en el verano. Algunas de las hermosas playas de la región forman la Costa del Sol, un sector del litoral español en el Mediterráneo de aproximadamente 300 kms, destacando las poblaciones de Málaga, Marbella, Estepona y Torremolinos, que ofrecen lujo, placer, descanso y confort.

Además de la obligada visita a La Rosaleda, el estadio de fútbol donde juega el portero mexicano, en Málaga se pueden visitar el Teatro Romano, el Castillo de Gibralfaro, la Alcazaba, la Catedral y el Museo Catedralicio, los diversos palacios, el acueducto de San Telmo o la Plaza de Toros La Malagueta, una de las más grandes y hermosas de España, considerada como uno de los monumentos más importantes de la ciudad.

Mención aparte merece Pablo Picasso, el hijo predilecto de esta ciudad. Uno de los artistas contemporáneos más importantes nació el 25 de Octubre de 1881 en Málaga, y como no podía ser de otra manera, su ciudad natal cuenta con el Museo Picasso, ubicado en la que fuera su Casa Natal, en el número 15 de la Plaza de la Merced. Este museo es uno de los tres que hay en el mundo dedicados enteramente al artista malagueño. Como un genio que fue Picasso, así es de genial el sitio que lo vio nacer.