Real Madrid y Juventus se enfrentan en semifinales de la Liga de Campeones y tan pronto se conoció el sorteo, vinieron a la mente de miles de fanáticos, los recuerdos de aquella final de Amsterdam en 1998, una final histórica para el equipo español, quizá la más importante de las diez que han ganado hasta el momento. Pero, para un club con un palmarés tan rico, ¿por qué fue tan trascendente ese partido?

Habían transcurrido 32 años desde que el Madrid ganó su sexta Copa de Europa. Casi tres décadas después, y con todo en contra, el equipo merengue llegaba como la víctima propicia ante una Juventus que en ese momento reinaba en el fútbol mundial llegando a tres finales consecutivas de este torneo, algo que nadie ha vuelto a igualar desde entonces.

Fue un partido cerrado, durísimo, lleno de una tensión que estalló hasta el minuto 66 con el gol del yugoslavo Pedrag Mijatovic para sorpresa de todos. La Juve, con todo su poderío ofensivo encabezado por Zidane, Del Piero e Inzaghi, nunca pudo sobreponerse al duro golpe que significó ese gol y transcurrieron los minutos sin que llegara la esperada reacción, dejando así la corona en manos del equipo de la capital española, que así ganaba su séptima Orejona.

Aunque después de aquel partido se han vuelto a enfrentar en Liga de Campeones, esto no ha ocurrido en un escenario tan extraordinario como será ahora en la semifinal. 17 años después, la Juve intentará cobrar revancha de aquella inesperada derrota. Después de todo, si en 1998 llegaba como gran favorito y cayó, ¿por qué no habrían ahora de invertirse los papeles?