River Plate está a un paso de la final de la Copa Libertadores. Marcelo Gallardo, un símbolo de la institución, ha vuelto a situar al equipo millonario entre los grandes de Sudamérica, tras muchos años de fracasos e incluso un traumático descenso a la B Nacional. 19 años después de su último título continental, River sueña nuevamente con esa vuelta olímpica. Ya terminó con la racha de diez años sin llegar a semifinales y ahora le bastará con mantener la ventaja que tiene sobre Guaraní, para regresar a una final después de casi dos décadas.

La música no podía estar ausente en el sentimiento de uno de los equipos más grandes del continente. La letra de su himno, emotiva y tradicional, habla sobretodo de la gran popularidad del club, de su poderío en el futbol argentino, del orgullo que representa la banda roja que les cruza el alma y de la grandeza que han forjado a través de los años gracias a las estrellas que han jugado allí, pero en especial habla de un amor eterno del hincha hacia sus colores: «Hasta que me muera te voy a alentar. Si volviera a reencarnar en otra vida no sé por dónde viviría, o de que iría a trabajar, pero seguro que de River yo sería».