Entre la magia y la mafia

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La ciudad de Marsella es una de las más bellas e importantes de Francia, pero al mismo tiempo es una de las más peligrosas. Su puerto es uno de los principales de Europa, pues se le considera como la «puerta» de África en Europa, no solo por su situación geográfica, sino también por la enorme cantidad de inmigrantes de la África blanca (principalmente de Argelia y Túnez) que llegan año con año vía marítima al puerto marsellés buscando mejorar sus condiciones de vida.

Esa apasionante mezcla de culturas, llevó al Parlamento Europeo, a nombrarla Capital Europea de la Cultura en 2013, una distinción que en ese año compartió con la ciudad de Kosice, en Eslovaquia. El nombramiento dio lugar a todo tipo de manifestaciones artísticas en la ciudad y fue el «pretexto» ideal para revitalizar culturalmente a la urbe más antigua del país galo, a la que Alejandro Dumas se refirió alguna vez como «el punto de encuentro de todo el mundo» y como una ciudad que «rejuvenece a medida que envejece», en su obra maestra El Conde de Montecristo.

Lamentablemente, Marsella tiene también otra cara. La delincuencia organizada en la segunda ciudad más importante de Francia, es un tema que preocupa al Presidente Hollande y a toda la nación. En los dos años más recientes, este puerto sureño registra más de 40 asesinatos, una cifra alarmante si tomamos en consideración que se trata de uno de los países más poderosos, y supuestamente más seguros, de toda Europa. La mayor parte de esos crímenes se atribuyen a ajustes de cuentas entre bandas de traficantes, pero la problemática afecta la tranquilidad de toda la población civil.

La mafia de Marsella contrasta con la magia de Zinedine Zidane, uno de los más grandes futbolistas de todos los tiempos y originario de este puerto. Curiosamente, Zizou nunca jugó en el equipo de su ciudad natal, pues a los 14 años se marchó a Cannes, donde debutaría tres años más tarde en Primera División. De ahí partió a Burdeos, donde se hizo figura, para posteriormente fichar por la Juventus y finalmente terminar su carrera en el Real Madrid. Otro exquisito jugador de ascendencia argelina, Samir Nasri, también es originario de Marsella, lo cual llevó a mucha gente a compararlo, apresurada y erróneamente, con Zidane.

El Olympique de Marsella ha sido el único club francés capaz de ganar la Champions League. Lo hizo en la temporada 1992-93, cuando venció al poderoso Milan de Fabio Capello por 1-0 en la final disputada en el Estadio Olímpico de Munich. Actualmente, el equipo está peleando palmo a palmo con el París St. Germain y el Lyon por el título de liga, gracias a la gran labor que ha hecho el argentino Marcelo Bielsa y al aporte de jugadores como Andre-Pierre Gignac y el ghanés Andre Ayew.

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