El taconazo que valió una Champions

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Después de su histórica participación en Inglaterra 1966, Portugal no volvió a jugar una Copa del Mundo sino hasta 20 años después, en México 86. Así como en el Mundial que jugaron en la isla británica la base era del Benfica, cuando la selección lusitana llegó a suelo azteca, seis jugadores vestían la playera del Porto, el equipo que se consagraría campeón continental apenas un año después.

En la final de la Copa de Europa de la temporada 1986-87, el Porto enfrentó al Bayern Munich, a partido único en Viena, la capital austriaca. Aquel 27 de Mayo de 1987, el Porto conseguiría el título más importante de su historia dando vuelta en dos minutos a un partido que perdía desde el minuto 24. Ludwig Kögl había adelantado a los alemanes, pero Rabah Madjer con su taconazo mágico al 79 y Juary al 81 firmaron los goles de la remontada que le daba a los lusitanos la primera Orejona de su historia.

El súper crack Paolo Futre manejaba los hilos del equipo, el capitán Joao Pinto representaba la fortaleza defensiva y el argelino Madjer se ganó el corazón de la afición gracias a su entrega y sus goles. Esa Copa de Europa catapultó a Futre al Atlético de Madrid, donde se convertiría en un ídolo, y a Madjer al Valencia.

En el equipo bávaro destacaba en la portería el belga Jean-Marie Pfaff, que venía de tener un gran Mundial en 1986, Andreas Brehme en defensa y Dieter Hoeness en la delantera, pero sin duda la gran figura era el capitán Lothar Mattheus, quien a sus 26 años era ya una leyenda viviente en su equipo y en la selección alemana.

Porto y Bayern vuelven a encontrarse en una Champions League, ahora en la etapa de cuartos de final. Los tiempos han cambiado desde entonces pero ambos equipos siguen honrando a sus antecesores, manteniéndose en la crema y nata del fútbol europeo.

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