Considerado por todos los que alguna vez lo vieron jugar el mejor jugador peruano de todos los tiempos, Teófilo Cubillas nació en la pequeña provincia de Ponte Piedra, muy cerca de Lima, en 1949.

Rápidamente se mostró como una gran promesa al debutar a los 17 años con el equipo de sus amores: Alianza de Lima. Ahí empezaría la historia de una leyenda, considerado uno de los mejores jugadores sudamericanos de la historia.

Cubillas era un medio ofensivo muy completo y con mucha técnica, buen disparo y gran habilidad, además de ser un líder nato. Jugó en Europa para el Basilea de Suiza y el FC Porto de Portugal. Al final de su carrera siguió el ejemplo de otras grandes estrellas como George Best y Gerd Muller y partió a Estados Unidos para jugar con los Strikers de Fort Lauderdale de la Liga de Soccer de aquel país (NASL).

Fue el artífice de la época más gloriosa del futbol peruano, llegando a jugar 3 Mundiales consecutivos y a ser considerado el jugador joven más importante del Mundial de México 70 con apenas 20 años de edad, además de obtener la Copa América que se disputó en Perú 1975. Incluso Pelé llegó a nombrar a Cubillas como su heredero después de su actuación en el Mundial que se llevó a cabo en nuestro país.

Aunque nunca llegó a jugar al nivel de Pelé, hizo lo suficiente para demostrar que tampoco habían sido unas declaraciones descabelladas. Finalmente jugó los últimos años de su brillante carrera con Alianza de Lima, tras un excelente gesto de solidaridad con aquel club después de la tragedia sufrida en un accidente aéreo, en el cual fallecieron prácticamente todos los miembros del plantel. Esto lo hizo con la idea de ser parte clave en la restructuración total de los blanquiazules en 1987. Actualmente, Teófilo Cubillas es inspector de la FIFA y se le observa constantemente en eventos organizados por dicho organismo, como fue en el Mundial Sub-17 del 2011 en México, y más recientemente, en Brasil 2014.