El AS Mónaco es uno de los casos más peculiares en el fútbol mundial, no solamente porque juega en la Ligue 1 de Francia siendo una ciudad-estado independiente, sino también por su régimen de gobierno constituido en una monarquía hereditaria y constitucional, porque sus habitantes no pagan impuestos y porque su población total, de casi 36,000 personas, representa la segunda cifra más baja del mundo, solo detrás de la Ciudad del Vaticano.

El Principado, un paraíso para todos los habitantes y los turistas que llegan allí, es uno de los lugares más lujosos del mundo, famoso por su legendaria carrera de Fórmula 1 en el circuito callejero, por los yates que se pueden observar en sus muelles, propiedad de varios de los empresarios más poderosos del mundo, por sus fiestas exóticas y por sus casinos, célebres en cada rincón del planeta.

Mónaco también tiene muchísima actividad cultural, desde el famoso Ballet de Montecarlo hasta el Museo de Antropología Prehistórica, el Oceanográfico, el Museo del Antiguo Mónaco y el de Sellos y Monedas. También hay una importante cantidad de monumentos históricos y de jardines, así como la posibilidad de tomar un crucero o practicar deportes náuticos, claro está, a cambio de una importante suma de dinero.

A pesar de lo pequeño que es el Principado, el AS Mónaco ha llegado a codearse con grandes del fútbol europeo en más de una ocasión. Llegó a la final de la Champions League en 2004, y ha eliminado a escuadras poderosas como el Chelsea, el Real Madrid o el Arsenal. Ganó 7 veces la liga francesa y varias figuras del balompié francés y mundial han vestido esa camiseta: Rafael Márquez, Radamel Falcao, James Rodríguez, Thierry Henry, David Trezeguet, Fernando Morientes, Christian Vieri, George Weah, Marcelo Gallardo… y la lista podría continuar. No todo es glamour en Mónaco, también se juega al fútbol y se suda la camiseta.