En cada gran conquista, miles de aficionados al Real Madrid atiborran la fuente de Cibeles para festejar los logros de su equipo. Allí se reunieron el día que ganaron su décima Liga de Campeones mientras Neptuno (el sitio donde festejan sus vecinos colchoneros) permanecía vacío. Muchos fanáticos alrededor del mundo conocen esta fuente gracias al equipo merengue, pero ¿quién realmente conoce la historia de este turístico sitio de la capital española?
Cibeles es una diosa de la mitología griega que simboliza la tierra, la agricultura y la fecundidad, madre de Zeus y de otros dioses importantes. Siempre ha sido representada como una diosa todopoderosa, y generalmente va acompañada por el animal más poderoso de la naturaleza, ya sea en un carro tirado por leones o ella misma representada como leona.
La plaza de Cibeles está ubicada en el centro de Madrid y es uno de los lugares más representativos de la ciudad. El proyecto se materializó en 1782 con el diseño del arquitecto Ventura Rodríguez, quien quiso plasmar a la diosa Cibeles sobre un carro tirado por leones. Inicialmente, la fuente abastecía de agua a los madrileños, aunque con el paso de los años se fue convirtiendo en un elemento decorativo hasta que en 1895, ya trasladada al centro de la ciudad, se declaró como monumento. La figura principal de la diosa Cibeles fue esculpida por Francisco Gutiérrez, y los dos leones, que tiran del carro y representan a Atalanta e Hipómenes, fueron obra del escultor francés Robert Michel.
Este monumento artístico no solo es reconocido por su belleza, sino también por la importancia que tiene para la seguridad del Banco de España. Hay versiones que aseguran que si las alarmas de la Cámara de Oro llegasen a sonar por intento de robo, todas las habitaciones de la sala se inundarían en cuestión de segundos. Esto debido a la canalización de las aguas que van desde el subsuelo del carro de Cibeles hasta la cámara acorazada llena de lingotes y monedas de oro situada a 35 metros de profundidad de las instalaciones del Banco de España.
La fuente está rodeada de majestuosos edificios, destacando el Palacio de Comunicaciones, que fue inaugurado en 1919 y fue sede de la oficina central de correos durante varias décadas. El Palacio de Buenavista, con más de 200 años de antigüedad, fue la residencia de los duques de Alba. También luce imponente el Palacio de Linares, monumento centenario que irradia una belleza impresionante. Desde hace muchos años, es el punto de reunión para los festejos del Real Madrid y de la selección española de futbol.
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