El encuentro de fútbol que el 31 de Julio de 1948 protagonizaron Francia e India en el Estadio Lynn Road, dentro de los Juegos Olímpicos de Londres, bien puede incluirse en la colección de los partidos más extraños de la historia del futbol. La India, que nunca había tenido presencia en una competición internacional fuera de Asia, se presentaba con todos sus jugadores descalzos. Esto, en realidad, no debió ser aceptado por el árbitro del encuentro por tratarse de una falta al reglamento, descuidando la integridad de los jugadores al tener los pies descubiertos.

Sin embargo, el partido se jugó y contra todo pronóstico la falta de calzado no se notó en el trámite del juego. Los franceses, con sus zapatos bien puestos, con mayor experiencia y con una extensa e importante historia futbolística, tuvieron que luchar muy duro frente al desconocido e irrespetuoso equipo rival. El equipo galo abrió el marcador a los treinta minutos por medio de René Courbin, pero el equipo hindú no se rindió e igualó el marcador a los setenta con un golazo de Sarangapari Dhanraj Raman. A cinco minutos del final, el silbante marcó una pena máxima a favor de los asiáticos por una clara falta dentro del área. La ejecución estuvo a cargo del defensor Sailendra Nath Maná, quien sacó un violento disparo que salió desviado, lejos del arco que defendía Guy Rouxel. Recuperado del susto, el equipo francés retomó el control de balón y a un minuto del final sentenciaron el encuentro gracias a un remate de André Strape.

Motivado por su sorprendente actuación olímpica, el seleccionado hindú se inscribió para participar en las eliminatorias para el Mundial de Brasil 1950. La suerte estuvo de su lado y calificó -sin jugar- ante el retiro de Birmania, Indonesia y Filipinas con quienes debía de pelear su clasificación. Después de una exitosa gira de preparación por Singapur, Sri Lanka, Malasia y Hong Kong, previo su partida a Brasil, el equipo fue notificado por las autoridades de la FIFA que no podría jugar nuevamente sin zapatos como lo habían hecho dos años atrás o de lo contrario se les impediría participar en el certamen. Ante tal resolución y tras una difícil decisión, el equipo prefirió quedarse en casa y así conservar sus tradiciones y su legado cultural adquirido en las calles de Nueva Delhi y Bombay en donde millones de personas practican el futbol sin la indumentaria apropiada.

La India se quedaba sin participación, por primera y única vez en su historia dentro de un Mundial. De haber acudido a Brasil, se hubieran situado en el grupo D junto a Uruguay y Bolivia, con los que pelearía su boleto de clasificación a la siguiente ronda. Aquel fue el Mundial del ‘Maracanazo’, el de la selección charrúa campeona que tomó el camino más corto al enfrentar a solo dos rivales por la ausencia de la India. Y todo debido a unos zapatos…