NFL vs Donald Trump: «Mr. President… you’re fired!»

Existen pocas instituciones en los Estados Unidos de América que sean tan poderosas como la NFL. Incluso son escasas alrededor del mundo. Dentro de su país de origen representa al deporte más seguido, por mucho. Y, como si no fuera suficiente, es la competición más rica del orbe por el consumo insaciable y sin medida de los americanos. No es sorprendente que esta liga tenga influencia en todos los grupos y capas sociales imaginables o existentes, además podría decirse que para la sociedad conservadora, este deporte y la NFL, representan un aspecto hasta religioso. Obviamente muchos miembros de esa sociedad son y fueron votantes de Donald Trump.

El pasado 22 de septiembre el máximo mandatario estadounidense emitió unas polémicas declaraciones que involucran en demasía al deporte dentro de temas de índole social como lo son el racismo, el patriotismo y la política. Llamar «hijos de p…» a todos aquellos que protestan de manera sana dentro del campo para mostrar su descontento por la manera en que él como presidente ha lidiado con el tema del racismo ha sido declarar la guerra a un gremio extremadamente poderoso, social y económicamente hablando, dentro de territorio americano.

Los jugadores que decidieron mostrar su desacuerdo con la situación racial del país arrodillándose o sentándose ante la interpretación de su himno nacional, le puede costar muy caro en términos de popularidad a Trump. Pasan y pasan los días desde aquellas inadecuadas declaraciones y es inevitable resaltar que el actual presidente ha logrado lo que nunca antes alguien había conseguido: Unir a todas las fuerzas de la NFL (que han dejado de lado diferencias, rivalidades e intereses) y ponerlas en su contra. No existen antecedentes puesto que la liga siempre se ha caracterizado por gozar de una comunión casi exquisita con la ortodoxia política norteamericana. No cabe duda que este señor nos sigue sorprendiendo a todos.

¿Qué resulta más preocupante que la manifestación de descontento de la comunidad de jugadores? El creciente rechazo por parte de los dueños de todas y cada una de las franquicias. No hay que olvidar que muchos de ellos financiaron parte importante de la campaña política del candidato republicano. Robert Kraft (New England Patriots) y Shad Khan (Jacksonville Jaguars), dos de los principales contribuyentes a la campaña de Trump, junto con muchos otros dueños han decidido emitir comunicados donde dejan en claro que ese apoyo y simpatía por el actual presidente estadounidense comienza a agotarse.

Equipos como los Pittsburgh Steelers y los Seattle Seahawks han contemplado la posibilidad de no salir al campo durante la ceremonia previa al partido donde se entona el himno nacional. Mariscales de campo de renombre y que forman parte importante de la historia de la NFL, incluso amigos personales de Donald Trump, como lo son Aaron Rodgers y Tom Brady, han externado por medio de sus redes sociales que están completamente de acuerdo con las manifestaciones de sus compañeros de profesión.

No hay precedentes para esta unión. No hay precedentes de la NFL demeritando, rechazando y atacando firmemente al presidente de los Estados Unidos. Más allá de la cuestión racial, los comentarios de Trump muestran a un país dividido y a un presidente que, lejos de querer enmendar sus errores o solucionar tales conflictos, aprovecha dichas fisuras sociales y culturales que siempre han caracterizado a Estados Unidos como nación.

Indudablemente las muestras de solidaridad y unión entre jugadores seguirán siendo ensordecedoras en contra del presidente. Lo que ha hecho Donald Trump resulta ser todo menos una movida inteligente, se ha puesto enfrente a un gran grupo de detractores (uno más a la lista) que goza de una importante influencia social, incluso a nivel mundial. Señor Trump, esto no sigue siendo un reality show, es la presidencia de una nación que lleva décadas siendo potencia mundial y, de seguir así, probablemente no serán los jugadores o esos «hijos de p…» los que sean despedidos o señalados, sino será usted el que reciba aquella afamada y popular frase que usted mismo se encargó de promover en cadena nacional: «YOU’RE FIRED!».

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