Desde que inició el campeonato de Clausura 2015, sabíamos que habría cuatro equipos peleando directamente el no descenso: Guadalajara, Puebla, Veracruz y la Universidad de Guadalajara. El día de hoy, tres de ellos están entre los ocho primeros de la tabla general, cumpliendo con creces su propósito no solamente de sumar puntos en los primeros partidos de la temporada y encaminarse a la salvación, sino de incluso estar en zona de clasificación.

Las Chivas por fin parecen haber encontrado una regularidad como equipo, y eso se debe en gran medida al trabajo de José Manuel De la Torre, un técnico serio y trabajador, que además conoce la institución desde sus entrañas. No es una varita mágica, es que por fin Jorge Vergara, aunque haya sido in extremis, dejó de experimentar con todo tipo de técnicos y llevó a uno con cartel.

Puebla y Veracruz han tenido un torneo sensacional. Los Camoteros, si bien no tienen un trabuco, armaron un plantel muy digno y sólido para afrontar una temporada que definía su destino en la Primera División. Alustiza, Rey, Romero, Erpen, Loboa, Gómez, Noriega y demás, cuentan con la experiencia para sacar a flote el barco y lo están demostrando. Los Tiburones han sorprendido aún más que el propio Puebla. Tampoco armó un trabuco Carlos Reinoso, y de hecho al técnico chileno no le había ido bien en sus últimos equipos. ¿Qué tiene este Veracruz que lo hace tan bien?

Todos están haciendo lo suyo menos uno. La U. de G. se ha quedado muy retrasado en esta carrera por la permanencia. No está en el sótano de la tabla general solamente porque el Morelia ha tenido un torneo miserable, pero a estas alturas del campeonato, no se ve por dónde puedan salvarse los Leones Negros. La única esperanza que quizá les quede viva, es que su porcentaje es muy volátil, y una racha ganadora los puede volver a la vida. Ahora el detalle está en cómo generar esa racha ganadora con un equipo desahuciado.