La consagración de Cristiano Ronaldo como el mejor futbolista del mundo, la exhibición de Francesco Totti en el Derby de la capital a sus 38 años celebrando con una selfie, y la posición de las Chivas del Guadalajara en la tabla de porcentajes, acapararon la atención entre el fin de semana y el lunes.

La ambición de CR7. Apenas unos minutos después de ganar su segundo Balón de Oro consecutivo y el tercero de su carrera, Cristiano Ronaldo declaró su siguiente objetivo en el plano individual es alcanzar los cuatro que tiene su archirrival Lionel Messi. Si la rivalidad es algo personal o simplemente se ha limitado al plano deportivo, no lo sabemos, lo que sí sabemos es que el premio fue merecido para el portugués, que ha tenido un año con números y actuaciones extraterrestres. Quizá la única manchita que se le podía poner fue su actuación en el Mundial. El resto del año fue una máquina de hacer goles.

El gladiador no muere. Si alguno de ustedes tuvo la oportunidad de ver el clásico de la capital italiana (recomendación que por cierto les hicimos aquí el viernes pasado), seguramente quedó maravillado con la actuación de Francesco Totti, quien encabezó el regreso de la Roma en un partido que a los 29 minutos tenía cuesta arriba, perdiendo 0-2 en casa ante la Lazio. El capitán se echó entonces el equipo al hombro y firmó dos goles, el segundo de ellos extraordinario, que permitieron por lo menos alcanzar el empate ante el odiado rival.

Viacrucis de las Chivas. El Rebaño, a 16 jornadas de completar las 102 de que consta la tabla porcentual (17 partidos de cada una de las últimas 6 temporadas cortas), se sitúa en el último lugar de la clasificación. En otras palabras, si hoy terminara la liga, las Chivas estarían en la Liga de Ascenso. Será más duro de lo que quizá pensó originalmente el propio José Manuel De la Torre cuando asumió el mando del equipo. Le esperan por lo menos cuatro meses de drama, angustia y sufrimiento al otrora equipo más grande del fútbol mexicano.