El primer fin de semana de la Copa América trae consigo la presentación de tres mejores de los mejores futbolistas del mundo. El sábado debuta Lionel Messi y el domingo lo hacen Neymar y James Rodríguez. Esta tercia de ases podría tranquilamente disputarse el trono como mejor jugador del torneo y cuenta con la capacidad para guiar a sus respectivas selecciones a ganar la Copa.

La primera gran interrogante con Messi es, ¿cuál versión veremos? ¿La sublime de los últimos seis meses en el Barcelona? ¿O la inconsistente que tantas veces ha quedado a deber en Argentina? Aquí no vale decir que en el equipo catalán está rodeado de figuras maravillosas porque en su selección tiene a Agüero, Tévez, Di María, Higuaín y compañía. El recién consagrado campeón europeo debutará ante una Paraguay que no es ni la sombra de otros años, así es que el partido luce propicio para el lucimiento de Messi y toda la albiceleste.

Neymar está en el mejor momento de su carrera. De aquel en que su primera temporada en el Barcelona tuvo un rol de suplente y parecía no terminar de encajar, al de esta temporada que formó un tridente de miedo con Suárez y Messi, hay una diferencia impresionante. Ese salto de calidad fue fundamental para que el equipo catalán consiguiera el triplete y de continuar en ese nivel en la Copa América, Brasil agradecerá muchísimo el aporte de su crack.

Con permiso de Cristiano Ronaldo, James Rodríguez fue el jugador más desequilibrante del Real Madrid en una temporada sombría que terminó sin ningún trofeo. Cuando el colombiano estuvo en la cancha, la producción de los Merengues subió exponencialmente y, coincidencia o no, la debacle comenzó cuando James estuvo fuera de circulación. Lógicamente, su peso específico es todavía mayor en su selección, de ahí que las ilusiones colombianas estén estrechamente ligadas a la actuación que pueda tener Rodríguez en el certamen continental.