Que la mexicana sea o no la mejor liga del continente, eso se puede poner en tela de juicio. Pero es un hecho que se está convirtiendo cada vez más en una liga millonaria, quizá la más rica de Latinoamérica. No es ni será nunca más poderosa que la MLS en cuanto a su infraestructura, su mercadotecnia y su capacidad económica para fichar jugadores del futbol europeo con sueldos estratosféricos. Lo pueden hacer los Tigres, pero no el resto de la liga. Sin embargo, a nivel global, esta liga sí denota más poder que todas las del Cono Sur, y por ende, que las del resto de la CONCACAF.

El nuevo estadio del Monterrey, un escenario de primer mundo, es una muestra de ello. Pero una golondrina no hace verano y no porque los Rayados tengan un lindo estadio, podemos decir que todo México ya esté equipado con estadios vanguardistas. Sin embargo, sí podemos afirmar que ya más de la mitad de los equipos de Primera División juegan en escenarios de gran nivel, ya sea por su modernidad o por las recientes remodelaciones que se están llevando a cabo en dichos inmuebles.

Al Cuauhtémoc le están dando su manita de gato, el Azteca y el Jalisco parecen no envejecer, y los que albergaron el Mundial Sub-17 en 2011 también aprobaron las más altas exigencias de la FIFA en cuestión de estándares de calidad. Los estadios de Morelia, Querétaro, Torreón, Tijuana y Pachuca, son cómodos, funcionales, y podríamos decir que todavía modernos aunque algunos de ellos ya están por cumplir tres décadas. Incluso Aguascalientes, que no tiene futbol de Primera División, cuenta con un coso extraordinario.

Pero no basta con tener estadios espectaculares si no hay futbol de calidad. Por eso, la aparición de los Tigres en la final de la Copa Libertadores de América, la llegada del subcampeón de goleo de la Ligue 1 de Francia y de varios jugadores más del futbol europeo, también presagian una época de bonanza para la Liga MX, donde lo más importante será que el nivel futbolístico crezca y se le ofrezca al aficionado un espectáculo de calidad, ahora que los jóvenes voltean más hacia Europa e incluso sus equipos favoritos están allá y no aquí.