Desfiladero

Con el angustioso empate rescatado ante Trinidad y Tobago, inició una nueva era, la enésima, de un técnico al frente de la selección mexicana. En este caso, y para no desentonar con los bomberazos característicos en el Tri, es una mini-era de cuatro partidos con Ricardo Ferretti como cabeza y guía de este periodo… de dos meses. Así de inestable es el futbol mexicano.

Por supuesto que el problema de Miguel Herrera rompió todos los esquemas y echó a la basura un proceso que claramente tenía su destino final en Rusia 2018 y que por fin parecería que un técnico podría repetir en dos Mundiales consecutivos. En el tema futbol había altibajos pero nada que nos hiciera suponer una crisis que conllevara a un despido anticipado. Pero una vez sucedido el percance, la FMF tampoco ha sabido dar carpetazo y comenzar a escribir una nueva página.

Desde afuera, se perciben titubeos en la elección del nuevo técnico. Solo en México sucede, que un club (en este caso los Tigres) es despojado literalmente de su entrenador, para ponerlo en un interinato de cuatro juegos en la selección nacional y después regresarlo a su equipo, pase lo que pase, según las propias palabras del entrenador. So pretexto de «tomar la mejor decisión», esto se ha alargado ya demasiado. ¿Pues a quién van a traer?

Mientras tanto, el desfiladero continúa. Entre 2011 y 2015, cinco técnicos ha tenido el Tri, «de a uno por año»: Jose´Manuel De la Torre, el interinato de un partido de Luis Fernando Tena, dos juegos de Víctor Manuel Vucetich, los dos años de Miguel Herrera y ahora los cuatro partidos del Tuca Ferretti. Con esta pasarela de entrenadores, no es de esperarse que la selección tenga mucha estabilidad y esté entre las mejores del mundo, ¿o si?

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