¿A qué van los equipos mexicanos al Mundial de Clubes?

Llámenlo como ustedes quieran: tropiezo, mala suerte, circunstancias de partido, cansancio o falta de contundencia; pero la eliminación de Pachuca en la semifinal de este Mundial de Clubes es un rotundo fracaso. Una derrota más que se une al penoso y extenso repertorio de rídiculos de la CONCACAF (confederación normalmente representada por clubes mexicanos) en competiciones FIFA. Derrota tras derrota, año tras año, pareciera que los clubes mexicanos van al ‘Mundialito’ a fracasar. Inician su travesía hacia el continente sede, regularmente algún país de Medio Oriente o Asia, con el mismo discurso de querer ‘sacarse la espinita’ y poner el nombre de México y CONCACAF en alto. Llegan a pasear y a cobrar un dinerito extra con lujosa etiqueta de ‘bono por participación’ que, sinceramente, es de suponerse que no les cae nada mal. ¿Dónde dejamos lo deportivo?

Es importante analizar y comprender, con la seriedad requerida, que desde el año 2000 en que comenzó la celebración de esta competencia los clubes mexicanos que han asistido no han disputado una sola final. En esta edición, el verdugo tiene pasaporte brasileiro y es el actual campeón de la Copa Libertadores de América. El Grêmio Foot-Ball Porto Alegrense. ‘Los Tricolores’, llegan sufriendo a la final del certamen, pero llegan. ‘Los Tuzos’ tendrán que conformarse con dejar huella al ser el PRIMER y ÚNICO equipo en TODA la historia del Mundial de Clubes que juega prórrogas en dos partidos consecutivos. Vaya récord.

¿Realmente es honroso perder contra un rival sudamericano (sea quien sea)? ¿Es un verdadero logro asistir a la copa solamente para ser incapaces de vencer a los rivales en turno? No debemos seguir aplaudiendo en México al que intenta e intenta pero no consigue absolutamente NADA.

En nuestro país rara vez hablamos de los errores propios, pero sí explotamos y enaltecemos los tropiezos ajenos. La autocrítica en México es nula porque siempre será más cómodo seguir creyendo que ‘apuntar con el dedo’ es exhibir y, por lo tanto, considerar que la crítica no construye y sólo destruye. Es un error conjunto de las instituciones, deportistas y los mismos medios de comunicación. No se puede trascender cuando el conformismo está por encima de la ambición y el trabajo.

 

Mundial de Clubes

 

El Mundial de Clubes se ha convertido en ese torneo que ejemplifica y refleja el nivel del fútbol mexicano y de la CONCACAF ante el mundo. Nos cansamos de vanagloriarnos al hablar de que tenemos una liga que está en el top 15 del mundo, con envidiable capital e infraestructura, una que otra figura sudamericana o proveniente del balompié del Viejo Continente, y un nivel que alcanza tranquilamente para dominar la región. Pero, cada diciembre, el fútbol y su realidad nos abren los ojos.

Ganar la CONCACAF se ha vuelto un trámite para las escuadras mexicanas. El bajo nivel de competencia de la ‘famosa’ Concachampions obligó a que existieran modificaciones en el reglamento para que el dominio de la Liga MX no fuera tan claro, predecible y apabullante. Con diferencia de los equipos de la MLS, el resto de los contendientes de la zona no cuentan con la infraestructura ni el poder económico y adquisitivo de las instituciones del fútbol azteca. Y sí, probablemente tal grado de superioridad debería fungir como aliciente extra para llegar motivados a la competencia decembrina, pero simplemente sirve para caer en excesos de confianza que conllevan a caer frente a equipos africanos, asiáticos y diversos territorios de Oceanía.

El formato actual del Mundial de Clubes obliga a cada uno de los equipos a matar o morir en un duelo de eliminación directa, por lo que ignorar el nivel y las plantillas de los equipos pertenecientes a todas y cada una de esas ligas ‘olvidadas’ es ponerse, sin más preámbulos, la soga al cuello. ‘El Mundialito’ se ha convertido en un ‘versus’ constante entre escuadras sudamericanas y europeas. Irónico tal vez, porque México ha demostrado que tiene el nivel suficiente en su liga para competir e incluso estar dentro de las mejores escuadras del torneo en cada Copa Libertadores en la cual les toque participar.

América, en su primer mundial, fue exhibido por un Barcelona que ya mostraba chispazos de una excelsitud estructurada por la ‘escuela’ de Johan Cruyff, ejecutada en La Masía por Frank Rijkaard y, posteriormente, perfeccionada por Pep Guardiola. Hace dos años, otro grande del fútbol mexicano, Cruz Azul, eliminado por el Real Madrid que nunca se sintió obligado a pisar el acelerador. El año pasado, el Club América con otra decepcionante actuación al caer ante el Guangzhou de China donde militaba el ahora jugador del Barcelona, Paulinho. En el ya lejano 2013, Monterrey se quedó en cuartos de final ante el limitado Raja Casablanca de Marruecos. Un año antes, ‘La Pandilla’ salió temerosa en semifinales ante una de las peores versiones del Chelsea inglés en las últimas seis o siete temporadas y cayó por marcador de 3 a 1. En el partido definitorio por el tercer lugar, la escuadra regiomontana alcanzó el podio tras vencer 2 a 0 al Al-Ahly árabe concretando, e igualando, la mejor participación de un equipo nacional, estar entre los tres primeros. Dicho logro lo había conseguido el Necaxa en aquella primera edición del torneo en el año 2000.

Al termino de esta edición, la hegemonía sudamericana sobre los equipos mexicanos se verá acrecentada. CONCACAF sigue sin poder derrotar a CONMEBOL en el Mundial de clubes. Después de 4 intentos:

  • 2000: Necaxa 1-2 Vasco da Gama
  • 2008: Pachuca 0-2 LDUQ
  • 2016: América 2-2 At. Nacional (Atlético Nacional gana en tanda de penaltis)
  • 2017: Pachuca 0-1 Grêmio

Podremos seguir comprando la idea de tener una liga competitiva, top y poderosa económicamente, pero por ahora, la realidad supera la expectativa. Otro fracaso más a la lista, habrá que darle más importancia a las competiciones FIFA, al formato de la Liga MX, a la calendarización de cada torneo y a pensar (y repensar) si la regla 9/9 es un bien o un mal para nuestro fútbol. Por lo pronto sigámosla rompiendo en la maravillosa CONCACAF Liga de Campeones.

 

Deja una respuesta