Qué extraña se verá la alineación del Real Madrid sin Iker Casillas. Qué raro será ver once jugadores vestidos de blaugrana mientras Xavi está del otro lado del mundo. Qué triste será el calcio italiano sin su más elegante exponente, Andrea Pirlo. Qué vacío se sentirá un estadio que siempre está lleno sin la pasión de Jürgen Klopp. Qué confusión habrá en Londres cuando Peter Cech enfrente al Chelsea defendiendo los colores de su odiado vecino. Los ciclos terminan, pero la pelota sigue rodando.

Todo parece indicar que Casillas seguirá en el futbol de elite. El Porto, que casi siempre está presente en la Champions League, le ofrecerá al portero español la posibilidad de jugar en una liga competitiva y seguirse codeando con los grandes del continente. Un delantero de 34 años es un veterano, pero para un portero, llegar a esa edad no implica pensar en colgar los guantes. El de Móstoles comenzó tan joven su carrera que, de no haberse ido ahora, pudo haber dejado marcas prácticamente insuperables no solo para los registros del Real Madrid, sino para la historia del futbol mundial.

Xavi y Pirlo, los dos mediocampistas más inteligentes de nuestra era, culminaron su ciclo en Europa en la misma temporada. Es más, en el mismo partido. En el escenario inmejorable que representa una final de Champions, estos dos genios le dijeron adiós al futbol de alto nivel para seguir por veredas muy distintas. El español partió hacia Qatar y el italiano emigró a los Estados Unidos. Su legado ahí quedará. Dichosos seríamos si volviéramos a presenciar algún día, a dos jugadores de esa categoría en la misma época.

Un ciclo que termine y no deje huella no se puede considerar como tal. Jürgen Klopp puede estar tranquilo. Dentro de muchos años, décadas, incluso cuando él ya no esté presente, la afición del Borussia Dortmund, niños y jóvenes que nunca lo vieron dirigir, sabrán quién fue él, sabrán que bajo su dirección, el equipo amarillo desafió al gigante bávaro y dominó la Bundesliga dos temporadas consecutivas, que los llevó a la final de la Champions y que solamente un providencial gol de último minuto les rompió la ilusión de ser campeones de Europa.

Peter Cech. Once años en Stamford Bridge. Más de 450 partidos defendiendo el marco de Chelsea. Campeón de Europa, de Inglaterra en Liga y Copa, de la Europa League, de todo. El portero checo se ganó el corazón de toda la afición blue. Pero con la llegada de Thibaut Courtois la temporada pasada se cerró el ciclo de Cech, que casi no tuvo oportunidad de jugar, y se abrió el del joven belga, con un brillante futuro por delante con la camiseta del Chelsea. Los ciclos terminan, pero la pelota sigue rodando.