Águilas, por la liguilla; el Rebaño, por el orgullo

América saldrá a la cancha esta noche con el objetivo de dar un paso agigantado a la liguilla y así mantener el orgullo intacto en contra de su máximo rival. Las Águilas van por marca perfecta en “clásicos” esta temporada y a su vez darle la estocada final al Rebaño Sagrado que no ha defendido de manera digna el título que ostenta y que resultó en el empate histórico de títulos entre ambas instituciones con 12 cetros.

Por otro lado, las Chivas Rayadas de Guadalajara están en busca de un milagro y se proponen cerrar de manera digna el Apertura 2017 de la Liga MX ganando el «Clásico Nacional» que será pitado por Francisco Chacón en la cancha del Estadio Azteca.

El cuadro de la capital ha tenido una temporada muy productiva, no solamente por ocupar actualmente el segundo sitio detrás del todavía invicto Monterrey, sino porque el estilo de juego impartido por el «Piojo» Herrera, y ejecutado por los once que saltan a la cancha vestidos de amarillo, es precisamente lo que su afición quiere ver semana tras semana.

Este duelo cuenta con un aliciente extra, un triunfo de los de Coapa significaría el último clavo en el ataúd para unas Chivas que están destinadas a pasar sin pena ni gloria en un torneo donde lo primordial era defender su corona.

Para este duelo el técnico Miguel Herrera ya podrá contar con el mediocampista argentino Guido Rodríguez, quien pagó su partido de suspensión, pero tendría en duda al volante brasileño William da Silva. Por su parte, los tapatíos tendrán la ausencia de Rodolfo Pizarro por la expulsión recibida ante Morelia.

América, que suma 23 unidades, no presenta números tan buenos en casa ante su rival en turno en los últimos 10 duelos, ya que sólo ha ganado tres, por cuatro derrotas y tres empates. Mientras, el “Rebaño Sagrado” a falta de cinco fechas por disputarse, está con mínimas posibilidades de acceder a la fase final. Pese a ello, los dirigidos por el argentino Matías Almeyda están obligados a darle una pequeña alegría a su gente y qué mejor manera que pegarle a su adversario más odiado en su propia casa.

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