Aunque para muchos fue la maldición del superlíder, o peor aún, la maldición del Cruz Azul, la realidad es que el América hizo los méritos suficientes para levantar su decimotercera corona en la historia del balompié mexicano. Y no fue producto de la casualidad ni un caso fortuito. Las Águilas supieron jugar su torneo y especialmente su liguilla, y cosecharon los frutos. Seguramente habrá muchas más, pero estas son 5 razones fundamentales que hicieron del América, un campeón a toda ley:

El regreso de Miguel Herrera fue fundamental. El Piojo no se ha cansado de mostrar su valía como técnico en todos los equipos que ha dirigido, sobretodo en los últimos años, en los que ha madurado como entrenador, tras el triste desenlace de su aventura como DT de la selección mexicana, que sin embargo fue un tema personal y no profesional, terreno en el que no existe ninguna duda acerca de su capacidad. Hizo superlíder en dos torneos consecutivos a un club modesto como el Tijuana y ahora logró su segunda corona en el nido de Coapa.

La mayoría del plantel americanista tiene a sus espaldas un sinnúmero de partidos en liguilla. Esa experiencia en fases finales pesa mucho a la hora de decidir partidos importantes. Y es que los azulcremas, que han mantenido una base, han estado presentes en 10 de las últimas 11 fiestas grandes del fútbol mexicano (solo fallaron en el Clausura 2017). Por el contrario, Cruz Azul, y buena parte de su plantel, llegó apenas a su segunda de las últimas ocho.

La racha con la que llegó a la liguilla fue fundamental para seguir con una inercia ganadora. Tras caer ante el Necaxa en la jornada inaugural del campeonato, el ahora campeón de México no volvió a conocer la derrota salvo en una ocasión, en la jornada 6 en León. Desde entonces, fueron 17 partidos sin perder (11 de liga más 6 de liguilla), los que acumuló el equipo capitalino. En ese mismo periodo, el Cruz Azul, que había arrancado el torneo como locomotora, cayó en 5 ocasiones.

En tiempos en los que muchos equipos han llegado a presentar alineaciones con hasta 9 o 10 extranjeros, es de destacar que el América alineó con seis jugadores mexicanos en el partido definitivo ante el Cruz Azul. No podemos decir que es el mejor ejemplo de «mexicanización», pero sí parece darle cada vez más valor al producto nacional. Edson Álvarez, Oribe Peralta, Jorge Sánchez, Diego Lainez, Paul Aguilar y Henry Martín, fueron los seis que iniciaron el partido por el título.

Tener una buena banca es fundamental para construir un equipo campeón. Dos infortunios imposibilitaron que en el partido de vuelta participaran los colombianos Mateus Uribe y Roger Martínez. Eso sería catastrófico en el rendimiento de cualquier equipo, pero Miguel Herrera tuvo el acierto de confeccionar un plantel que tuviera profundidad para situaciones como ésta. Y en el partido de vuelta de la final, en el más importante, estas dos ausencias fueron bien cubiertas.