Owen, el niño de oro

Cuando un jugador de 18 años es capaz de desbaratar a toda la defensa de la selección argentina, en un partido de vida o muerte en plena Copa del Mundo, en normal que el mundo voltee los ojos hacia el niño prodigio y lo llame el próximo rey del futbol mundial, o el Niño de Oro. Eso le sucedió a Michael James Owen en Francia 98.

Después de aquel magnífico Mundial y de tantos elogios, atención y consecuentemente presión sobre él, Owen fue experimentando el crecimiento que todos esperaban en su carrera. En 2001, tres años después de su irrupción al estrellato, el delantero inglés ganó el Balón de Oro, superando en la votación final a estrellas de la talla de Raúl, Luis Figo, Rivaldo, Francesco Totti o Zinedine Zidane. Estuvo tres temporadas más en el Liverpool hasta que en 2004 llegó lo inevitable.

Con un sinfín de ofertas sobre la mesa, por fin el equipo de Anfield Roal aceptó una de ellas. El prestigio que había adquirido Owen, lo llevó al Real Madrid que todavía tenía en sus filas a varios Galácticos. Michael, que estaba llamado a ser uno de ellos, vio en cambio cómo su tumba deportiva comenzaba a cavarse en Madrid, como a tantos otros buenos futbolistas les ha sucedido.

Solamente una temporada estuvo en Chamartín antes de regresar a Inglaterra para enrolarse con el Newcastle United, aunque ya nada volvió a ser igual, en gran parte por culpa de las lesiones. En sus dos primeras temporadas con las Urracas, Owen jugó apenas 14 partidos, perdiéndose otros 62 por lesión. Regresó en la 2007-08 y jugó dos años a buen nivel, llamando la atención del Manchester United, donde tampoco se pudo consolidar del todo.

El modesto Stoke City fue el último club en la carrera de este gran delantero, retirado en 2013 e ingresado al Salón de la Fama del Futbol Inglés en 2015. Su legado se forjó en solamente tres años, ese espectacular periodo que inició en 1998 cuando todavía era un adolescente y culminó en 2001 cuando fue reconocido como el Mejor Jugador del futbol europeo por la revista France Football. Después, poco más se habló de Owen en la elite del futbol mundial.

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