No solamente por los resultados, sino también por la actitud, por la entrega y por la comunión con su público, estas Chivas Rayadas del Guadalajara son totalmente distintas a las que habían estado vagando por las canchas del fútbol mexicano los últimos tres años.

Pero, ¿qué ha hecho diferente a este Guadalajara? Por principio de cuentas, recuperaron la memoria y recordaron su grandeza y el lugar que ocupan en la historia del fútbol mexicano. Ya habíamos comentado que fue un gran acierto traer de vuelta a José Manuel De la Torre. Para la posición tan complicada en la que se encontraba el Rebaño, era indispensable que llegara un DT con credenciales para asumir un reto de tal magnitud.

El «Chepo» echó mano de toda su experiencia y tuvo el buen ojo de hacer los fichajes que el equipo necesitaba. Se olvidaron de contratar 745 delanteros y optaron por reforzar las zonas que les darían un equilibrio que no habían encontrado desde hacía varios años. La contratación de Isaac Brizuela ha resultado fundamental, pero el «Cone» no ha sido el único fichaje destacado; también el chaval de 21 años Carlos Salcedo y el regreso de Marco Fabián han ayudado para que el Chiverío regrese por sus fueros. Ni qué decir de la revelación Raúl López, hace unos meses un completo desconocido, y hoy, titular y destacadísimo jugador en el equipo rojiblanco.

El descenso no es un tema que ya se haya olvidado en Guadalajara, sobre todo después del triunfo de la U. de G. en el Estadio Azteca, pero la mejor noticia es que el Guadalajara por fin luce como un verdadero equipo, que la afición por fin se metió al Omnilife, que sus jugadores han recuperado, al menos parcialmente, la dignidad de jugar en el equipo más tradicional de México. Y así habrán de mantenerse durante nueve semanas más para confirmar que efectivamente, son otras Chivas.